Asteroides, cometas y meteoritos

No es un secreto que cuando hablamos del Universo y los objetos cósmicos que lo componen, no sólo hablamos de los millones de estrellas que forman diferentes tipos de galaxias, o de los planetas de diferentes tamaños que rodean estrellas de diferentes tipos. Hoy en día sabemos de la presencia de otros cuerpos menores de composición rocosa que han sido de gran importancia para estudiar la composición de otros objetos cósmicos vecinos a nuestro planeta, la Tierra.

En nuestro zoológico cósmico existen rocas que viajan por el universo, y que son igual de importantes que otros objetos cósmicos: los Cometas, Asteroides y Meteoritos.

¿Qué diferencias hay entre los Cometas, Asteroides y Meteoritos?

Primeramente, lo que es común entre ellos es que forman parte de nuestro Sistema Solar. Ahora bien, en el caso de las diferencias empecemos por mencionar que los meteoritos y los asteroides son cuerpos rocosos que se componen también de metal. En la clasificación general de composición, los cometas se diferencian de los otros ya que son cuerpos compuestos de hielo, polvo, roca y compuestos orgánicos.

Otra de las diferencias es el origen de cada uno de ellos. En el caso de los asteroides se ha propuesto que se formaron o tienen un origen a distancias más cercanas al Sol, es decir, en el cinturón de asteroides que está localizado entre las órbitas de Marte y Júpiter; este cinturón se compone de una gran cantidad de asteroides de diferentes tamaños que va desde los centímetros hasta cientos de kilómetros. Mientras que en el caso de los cometas se piensa que se formaron a mayores distancias, en los confines del Sistema Solar, en el Cinturón de Kuiper o la Nube de Oort; por ello la presencia de hielo en estos objetos. A distancias más lejanas de nuestra estrella, las temperaturas son mucho más bajas y la presencia de hielo es mayor, lo cual no se cumple a distancias cercanas.

Pasemos a otra diferencia importante: las órbitas. Para el caso de las órbitas de los asteroides se ha observado que estos orbitan el Sol en órbitas cortas casi circulares. En el caso de los cometas, sus órbitas son mucho más extensas y alargadas, y pueden ser órbitas cerradas en forma de elipses, u órbitas abiertas como parábolas o hipérbolas.

Hasta el momento, se han identificado alrededor de 4 mil cometas. Puede que en el pasado hubiera millones de estos objetos, pero al acercarse al Sol estos se vaporizan hasta desintegrarse y desaparecer. Como el caso del cometa ISON (C/2012 S1) que fue descubierto el 21 de septiembre de 2012 por astrónomos rusos del Observatorio ISON-Kislovodsk, y que fue prácticamente evaporado por el Sol al alcanzar el perihelio el 28 de noviembre de 2013, pero que para diciembre del mismo año fue completamente desintegrado, según reportes de la NASA.

Es importante destacar que, debido a su composición y a su órbita, los cometas producen una estela o cola cuando se acercan al Sol. La cola del cometa aparece cuando el viento solar se cruza con la nube de gas que rodea el cometa generando esta cola brillante que varía de posición a medida que se acerca al Sol (como se ve en la figura). Esta cola va dejando por su paso diferentes partículas que quedan en el espacio, ubicadas en diferentes puntos de nuestro Sistema Solar. En algunas ocasiones la Tierra pasa por alguno de estos puntos y es aquí cuando ocurren las llamadas Lluvias de estrellas, las partículas que dejó el cometa a su paso ingresan a la atmósfera terrestre.

Otra de las grandes diferencias entre estos tres cuerpos es el tamaño de cada uno de ellos. Los asteroides son más pequeños que un planeta, pero más grandes que los objetos del tamaño de un trozo de roca que llamamos meteoroides. El tamaño de los asteroides se encuentra alrededor de los 900 km. Por su parte los meteoritos son rocas mucho más pequeñas que los asteroides, pero más grandes que los granos de polvo, que rondan tamaños micrómetros y centímetros. En el caso de los cometas al ser cuerpos que permanecen congelados e inactivos se hace más complicado determinar el tamaño exacto de estos cuerpos.

Ahora . . . ¿qué es un meteorito?

Los meteoritos pueden tener orígenes diversos. Se han encontrado meteoritos que podrían ser remanentes de formación o colapso de otros objetos astronómicos como planetas o satélites, también pueden ser fragmentos de asteroides o incluso fragmentos desprendidos de un cometa.

A veces, algunas de estos cuerpos rocosos se cruzan con la trayectoria de rotación de la Tierra alrededor del Sol y dependiendo de su localización en la entrada de la atmósfera terrestre, que es una especie de escudo protector, se le atribuye un nombre.

Antes de entrar en contacto con la atmósfera terrestre a esta roca proveniente del espacio recibe el el nombre de meteoroide. En el momento en que entra en contacto con las capas más externas de la atmósfera terrestre, la estratósfera, las partículas chocan con las moléculas de esta zona. Durante este proceso el meteoroide puede comenzar a desintegrarse debido al fuerte rozamiento con la atmósfera, de esta forma, la energía cinética se transformará en luz y calor, produciendo de esta manera la llamada estrella fugaz o meteoro.

Ya que los meteoroides poseen una masa superior a varias decenas de kilogramos, estos pueden sobrevivir al paso por la atmósfera, y de esta forma llegar a la superficie de la Tierra, y es aquí cuando llamamos a estos cuerpos meteoritos.

Por lo tanto, los meteoritos son meteoroides que no se evaporan completamente y sobreviven a su viaje a través de la atmósfera, llegando en forma de roca a la superficie de la Tierra.

Los meteoritos viajan a grandes velocidades y caen en la superficie sólida de la Tierra generando cráteres de grandes diámetros. Uno de los cráteres más importantes en el planeta Tierra se encuentra ubicado en la península de Yucatán, México. El cráter de Chicxulub de 180 kilómetros de diámetro es una de las zonas de impacto más grandes encontradas hasta ahora. A partir de las características de este cráter se ha estimado que el meteorito que lo generó medía más de 11 km de diámetro, y que es muy probable que haya sido el que provocó la extinción de los dinosaurios hace más de 65 millones de años.

Así como este cráter (no con las mismas características) existen muchos en diferentes partes del mundo. Pero no sólo se encuentran en la Tierra sino en otros cuerpos como planetas y satélites. Un ejemplo de estos son los cráteres que se observan en la Luna. Haciendo una comparación con los encontrados en nuestro planeta, la Luna cuenta con una cantidad mayor de cráteres de impacto, pero esto también se debe a la diferencia en las atmósferas de estos dos cuerpos. La luna cuenta con un escudo protector muy débil, que hace que más rocas impacten su superficie.

Los meteoritos están constituidos de elementos químicos, sí de esos que se encuentran en la tabla periódica, así como de ciertas moléculas como el agua y y moléculas orgánicas que contienen azúcar, también pueden contener minerales y silicatos como el olivino y el piroxeno. Hay otros que son ricos en hierro y níquel.