Gigantes luminosos: Galaxias

Las galaxias están compuestas por una enorme aglomeración de estrellas, gas, y polvo las cuales están ligadas por su propia gravedad, y pueden llegar a tener más de 300,000 años luz de diámetro. Las galaxias cubren un amplio rango en su número de estrellas, las galaxias más pequeñas contienen solo algunos millones de estrellas, mientras que las grandes poseen millones de millones de estrellas. Además de su diferencia en su número de estrellas, las galaxias también tienen diferentes formas o lo que se denomina morfologías y las principales son: elípticas, lenticulares, espirales, espirales barradas, e irregulares. En el Universo hay millones de millones de estas galaxias.

Las galaxias varían en masa desde unos millones hasta millones de millones de estrellas orbitando, y poseen diferentes formas y tamaños. Por lo que, se empezó a realizar una clasificación de las galaxias, una propuesta es la que realizó el astrónomo norteamericano Edwin Hubble tratando de tomar en cuenta todas las diferencias observables entre los tipos de galaxias.

Esta clasificación dio origen a la conocida “Secuencia de Hubble”. La clasificación depende enteramente de sus características morfológicas visibles. Las diferencias entre las galaxias hicieron plantearse que la clasificación también tomara en cuenta la evolución de las galaxias. Posteriormente varias propuestas se crearon de algunos científicos a mediados del siglo XX, una de las propuestas era que las galaxias nacían como galaxias elípticas (llamadas también galaxias tipo tempranas, por ser las primeras en formarse en el Universo) y que luego evolucionaban a galaxias espirales o irregulares (galaxias tipo tardías, por ser las ultimas en formarse en el Universo).

Hoy día, los modelos teóricos y las observaciones nos muestran que este planteamiento no es correcto. Lo que indican dichos modelos teóricos y observaciones es que al parecer puede ser completamente lo opuesto, es decir las galaxias espirales se formaron primero y a partir de fusiones se crearon las galaxias elípticas. La única certeza que tenemos es que la forma de las galaxias por sí misma no representan por completo su evolución en el Universo. Por lo que, que debemos tener en cuenta todos los factores como: por ejemplo, su composición química, masa, tasa de formación de estrellas (intensidad en la formación de estrellas, es decir, cuantas estrellas se forman por año), entre otros.